Ávila es una de las ciudades españolas que ha conservado y protegido con un mimo especial su casco histórico. Dar un paseo por las calles del centro histórico es una gozada, que según manifiestan todos los visitantes, es muy difícil de olvidar.
Vayas donde vayas y hables con las personas que hables y que hayan visitado Ávila, siempre te recuerdan como algo extraordinario la visita por el casco antiguo. De ahí que el itinerario que presentamos es lo suficientemente atractivo como para no perdérnoslo.
Partimos de la Plaza de la Catedral y terminaremos el recorrido en la misma Plaza. Esta es una visita para pararse, entrar de compras típicas en viejos comercios de la ciudad y tomarse un café con unas yemas en La Flor de Castilla, o unas patatas revolconas a la hora del aperitivo en una taberna antigua o un restaurante moderno, que también los hay.
Basílica de San Vicente
Suplemento de 1 idioma: 20 euros sobre precio total
Suplemento de 2 idiomas: 30 euros sobre precio total
Situada extramuros de la ciudad, fue construida en granito caleño, en el lugar donde fueron martirizados Vicente, Sabina y Cristeta. Es espejo y ejemplo del románico abulense y quizá hispano. Es de planta de cruz latina y destaca el cenotafio de los mártires.
Esta puerta de la Muralla es muy similar a la del Alcázar. Excavaciones arqueológicas hechas en su entorno muestran la existencia de una convivencia indígena y romana, siendo su prueba, el verraco de piedra encontrado últimamente y que forma parte de lso restos de la Muralla Romana. El arco tendía un puente elevadizo y una emblemática tronera.
Es una de las calles peatonales más emblemáticas de la Ciudad de Ávila. Está rodeada de algunos de sus edificios más importantes, como la Catedral de El Salvador, el Palacio-Torreón de Los Velada, la Puerta de la Muralla de San Vicente y la Plaza de la Catedral con sus vigilantes leones encadenados.
En esta extensísima y esplendorosa plaza las farolas y los leones la ornamentan bellamente. Algunos la denominan también plaza de la Piedra, como homenaje a la misma, y con bellos elementos tallados en granito. Los dados que sirven de base a los leones son semejantes a los que vigilan la portada de la Catedral.
El templo y fortaleza símbolos mágicos de la Catedral de Ávila, la primera gótica de España, muestran el poderío de este edificio dedicado a El Salvador. Su cimorro es el cubo más robusto de la Muralla. En el templo destacan el retablo, las naves, las capillas, el claustro y el Museo. En su interior se encuentran enterrados los ilustres abulenses Adolfo Suárez y Claudio Sánchez-Albornoz.
También se la conoce como Calle de la Cruz Vieja. Sus adoquines esconden una leyenda popular, se dice que en esta vía se batieron en duelo dos caballeros de la nobleza por el amor de una dama. Los abulenses la consideran como parte de su historia, una historia donde la piedra es la protagonista.
La impresionante puerta del Alcázar de la Muralla abulense se encuentra en la Plaza de Santa Teresa, siendo uno de los elementos arquitectónicos más singulares e importantes del monumento abulense. Protegía y defendía a la ciudad de los posibles ataques de sus enemigos.
Es la última puerta que se añadió a la Muralla de Ávila y ha sufrido muchas modificaciones a través de la historia. Su actual mirador guarda íntima relación con el Castillo de Aunqueospese. A esta puerta se la conoce también como la puerta de Grajal o de la Estrella.
El Lienzo Sur de la Muralla nos descubre este tesoro, vía y punto de encuentro de los paseos de turistas y abulenses. Desde su acceso por la Plaza de Santa Teresa el viandante podrá disfrutar de las bellas vistas al Valle Amblés. El jardín del Rastro, situado enfrente del Arco, ofrece al visitante un momento de descanso para continuar con la ruta.
Es la Plaza del Ayuntamiento , con forma rectangular y soportales en tres de sus lados. Fue peatonalizado en 2005.La Iglesia de San Juan, frente a la plaza, alberga la pila bautismal de Santa Teresa de Jesús. De aquí parten todas las calles más comerciales de Ávila.