La Historia y el Arte se aúnan inconfundiblemente en la bella localidad extremeña. Accede a la ciudad vieja y disfruta de un viaje al pasado. Al entrar en ella te trasladarás a otra época, a un pasado medieval digno de recordar. Disfruta de esta completa ruta creada por Guías Turísticos España.
Plaza Mayor
Suplemento de 1 idioma: 20 euros sobre precio total
Suplemento de 2 idiomas: 30 euros sobre precio total
Es el punto de encuentro de los cacereños y visitantes. Lugar ideal para sentarse en una de sus terrazas y contemplar uno de los centros históricos mejor conservados de España.
Es el acceso a la zona intramuros del casco antiguo cacereño. La puerta principal de la muralla de Cáceres tiene forma oblicua porque facilitaba la entrada de los carruajes. El nombre se lo debe a la Virgen de la Estrella, ubicada en la parte interna del arco. Fue construido en el siglo XV.
Es el monumento más emblemático de Cáceres. Hoy sede del Centro de Interpretación de las Tres Culturas, pero en su momento defendía el flanco noroeste de la ciudad amurallada. Es la construcción más llamativa de la Plaza Mayor y está erigida sobre sillares romanos, es de estilo árabe y se construyó en el siglo XII.
Es el más importante templo cristiano de la ciudad. Es un edificio tardogótico reformado entre los siglos XV y XVI y está ubicado en la plaza que lleva su nombre. Su parte externa representa la sobriedad de las arquitecturas medievales españolas. Alberga un museo de arte sacro en su interior.
Sencilla casa de dos plantas que alberga en su interior una cuidada decoración árabe. Cada uno de sus rincones respira tradición e historia. Fue levantado a partir de un edificio restaurado para este fin.
Está ubicada en la Plaza de San Jorge, y es, después de la Concatedral, el santuario católico más importante de Cáceres. También es conocida como la Iglesia de la Preciosa Sangre, por estar custodiada desde 1899 por los Misioneros de la Preciosa Sangre. Se trata de un conjunto de Iglesia y Colegio jesuita de estilo barroco, construido en el siglo XVIII.
Se encuentra en la Plaza de San Mateo y es el santuario católico más importante de la parte alta de la ciudad. La construcción comenzó en el siglo XVI sobre las ruinas de una antigua mezquita árabe, aunque las obras se alargaron durante más de 300 años. Fue acabada por el arquitecto Pedro de Ibarra.