Si Pamplona es una ciudad festiva, alegre y comunicativa por excelencia, sus monumentos religiosos son una reserva artística y monumental impresionante. De ahí, que desde Guías Turísticos España hemos seleccionado aquellos, cuya visita es imprescindible en tu recorrido por la ciudad.
Catedral de Santa María
Suplemento de 1 idioma: 20 euros sobre precio total
Suplemento de 2 idiomas: 30 euros sobre precio total
Situada en la Navarrería, punto más alto y antiguo de la ciudad, se encuentra este majestuoso templo católico. Es de estilo gótico con un alto valor artístico, siendo el Conjunto Monumental Gótico más importante de Navarra. De las tres campanas del siglo XVI de su Torre, la más grande, llamada de María, de 1584, solamente es tañida en circunstancias de especial solemnidad. Catedral de planta de cruz latina, con una nave central de dos cuerpos y un crucero de su misma altura. En su presbiterio se alza la imagen de Santa María la Real, talla románica, chapeada de plata, ante la que los Reyes de Navarra juraron su cargo.
Se inicia su construcción en estilo románico. Sus Torres dan a la Iglesia un carácter de gran fortaleza. Su fachada principal está formada por un amplio atrio, con arcos ojivales apuntados y una preciosa bóveda del siglo XVI.
Construida en 1117, se destruyó a causa de los enfrentamientos guerreros, que se dieron en la ciudad y fue consagrada nuevamente en 1231. En la Edad Media fue un baluarte defensivo. Tiene un bello rosetón románico y un preciosa Torre del siglo XIV. Esta Iglesia conserva el Órgano más grande de Pamplona.
La Cámara de Comptos, del siglo XIII, es el único edificio gótico civil, que se conserva en Pamplona. Fue declarada Monumento Nacional en 1868. Está situada en la calle Ansolega, dentro del casco antiguo. Antes de ser sede del Tribunal de Cuentas del Reino de Navarra, fue un precioso palacio, con un bello arco apuntado exterior y el escudo con las armas reales de España. Su precioso jardín tiene un pozo muy antiguo en el centro.
De la primitiva iglesia medieval de estilo gótico, apenas quedaron algunos vestigios. Hasta 1901 todavía conservaba el gran torreón defensivo medieval y una portada barroca. Entre sus dependencias se encuentra una capilla barroca, dedicada a San Fermín.