Zamora, conocida como la Ciudad del Románico, es una de las capitales castellano-leonesas con más encantos. Su conjunto de iglesias, a cual más bellas y artísticas, constituyen un emporio para la ciudad. Enumerarlas y describirlas todas no es pretensión de Guías Turísticas España, pero sí valorar, bajo nuestra perspectiva, aquellas que constituyen un símbolo y un reclamo para quien sea amante de uno de los estilos más sobrios y a la vez elegantes de la arquitectura, el románico. Si quieres acercarte a mirar, observar y disfrutar de este arte síguenos, no te defraudaremos.
Muralla Medieval
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Es una espléndida edificación defensiva que parapeta la ciudad de Zamora y que ha sufrido varias modificaciones a través de su historia. La fortaleza de estas murallas hizo que la ciudad tuviera el apelativo de la bien cercada. La construcción de sus murallas primitivas se inicia hacia el año 893, durante el reinado de Alfonso III. En 1061, Fernando I dota a la ciudad de un fuero e inicia la construcción de una nueva y más amplia muralla.
Es un espacio de planta rectangular, ocupado actualmente en su lado oeste por la iglesia de San Juan de Puerta Nueva. Esta plaza ha cambiado de nombre en varias ocasiones. En ella desembocan nueve calles, las más importantes de la ciudad, como la calle Balborraz, la calle de Santa Clara y la calle de Los Herreros.
Es un precioso templo románico, ubicado en la ciudad de Zamora. Al eje principal del templo, corre paralela una cercana calle medieval, denominada Rúa de los Francos. Esta iglesia es de los siglos XII y XIII y en ella se mezclan el románico y el gótico. En la época medieval hizo de hospital, perteneciente a la Orden de San Juan. Posee una única nave muy elevada con planta rectangular. Desde 1910 es Monumento Nacional.
La antigua iglesia de San Pedro se edificó en el mismo corazón de la ciudad medieval, no lejos de la Puerta de San Pedro. Conocida como de San Pedro y San Ildefonso fue levantada sobre los restos de una iglesia visigoda. Se reformó en estilo románico durante el siglo XII, conservando la portada, la capilla mayor y un bello rosetón. En el exterior se muestran volúmenes macizos en el que sobresalen elementos románicos.
Es un acceso al primer recinto amurallado de la ciudad de Zamora, que se sitúa entre la iglesia de San Isidoro y la Catedral. Actualmente es perfectamente transitable y está en un buen estado de conservación. Rodeado de abundante vegetación hace más romántico si cabe este lugar de tanta tradición y tanta historia.
El primer templo zamorano, la Catedral, es de estilo románico y tiene un bello, único y espectacular cimborrio, con un tambor de 16 ventanas, siendo el elemento más llamativo y original del templo. Está dedicada al Salvador y se inscribe dentro del denominado románico del Duero. Aunque es la más pequeña y la más antigua de las 11 catedrales de la Comunidad de Castilla y León, ha sido elevada a Monumento Nacional. Su planta es de cruz latina con tres naves de cuatro tramos.
Denominada también Puerta de Olivares o Puerta Óptima, es una de las principales puertas de la muralla, ubicada en su lado más occidental. Desde ella se accede al antiguo recinto de la Catedral y al Castillo de Zamora. Es de las más antiguas de la ciudad pues data del siglo X.
Situado sobre la línea de la muralla, encima de las Peñas de Santa Marta, ofrece una preciosa y amplia panorámica sobre el río Duero, el Puente de Piedra y los barrios del otro margen del río.